miércoles, 2 de abril de 2014

En Respuesta  A Nicolás. Y al NYT
Sí, Venezuela necesita paz

Saludos, me presento antes que nada,  mi nombre Yrabel  Estrada, nacida y criada en Venezuela desde hace ya 40 años, maestra de profesión,  no conozco otra tierra más que esta, mi familia, mis hijas,  están aquí, todo lo que soy, todo lo que tengo se lo debo a esta noble tierra. Así que me creo con derecho a responder al  artículo publicado en su periódico,   escrito por Nicolás Maduro:
 Desde hace ya dos meses Venezuela, atraviesa su más profunda crisis desde el inicio del siglo XXI,  ciertamente no es la primera,  desde 1989 nuestro país ha tenido una multiplicidad de acontecimientos que  lo  han convertido en uno de los países más inestables de continente. Pero les digo algo, no siempre fue así, Venezuela cuenta con una de las historias más gloriosas de América y en la contemporaneidad, fue  pilar para que muchas naciones lograran consolidar un estado democrático y derechos.
 Describir lo que hoy pasa en Venezuela es hartamente complejo, sin embargo,  tratare  de mostrar pinceladas para que ustedes y sus lectores puedan tener una visión general del contexto venezolano.
En primer lugar, Venezuela es un país profundamente dividido; sí,  las protestas  en mi país están siendo liderizadas por un grupo social,  pero no son los ricos, como trata de hacer ver Nicolás Maduro, es la clase  media,  mejor dicho los jóvenes de la clase media, hijos de profesionales  casi todos asalariados o pequeños comerciantes que,  desarrollan estudios en las casas de educación superior  (en su mayoría públicas), estos chicos según los datos de encuestadoras importantes en nuestros país  (IVAD, Datanalisis,  Hercor, entre otras) son las principales víctimas de un estado de violencia desafortunado que ha venido  afectado a la nación desde hace ya 10 años  y que en los últimos 24 meses ha tenido un repunte alarmarte;  asesinatos, robos,  secuestros son algunos de los delitos más comunes.  Los fines de semana venezolanos son tan violentos que superan con creses las guerras que ustedes han enfrentado, dos decenas de planes de estado para la seguridad no han podido con este  flagelo.
      En segundo lugar, es cierto,  Venezuela se siente orgullosa de su democracia y por eso trata de defenderla, tal vez no con las mejores herramientas y desde posturas diferentes pero  los venezolanos que creemos  que merecemos la mejor democracia de Latinoamérica,  y cuando me refiero a esto hablo  tanto de pueblo oficialista,  como del pueblo opositor. Esto porque:
 El pueblo oficialista siente que desde hace 15 es tomado en cuenta se siente empoderado, cree  por fin  es dueño y protagonista de su futuro y presente, también cree que sus condiciones socioeconómicas han  mejorado y no quiere renunciar las condiciones que dice  tener.
  Por otro lado, el pueblo opositor ve como sus condiciones han desmejorado, como su poder adquisitivo  no le permite tener lo que otrora estaba acostumbrado,  considera que le han arrebatado las posibilidades de un mejor porvenir y peor aún,  cree que sus derechos han sido confiscados.
 Ante estos dos panoramas  que parecen disimiles puedo rescatar un punto de encuentro, la llegada de Hugo Chávez al poder no se  produjo en su totalidad por  el apoyo de las masas populares, la clase media aupada por el discurso de la anti política y por una necesidad de sincera  de un liderazgo autentico que pensara más en el progreso colectivo que su beneficio personal otorgo un voto de confianza a Chávez, es más, muchos políticos, empresarios y “gente rica” que hoy adversa  su proyecto político  le dio plataforma mediática y hasta financio su campaña que comenzó desde su arresto en la cárcel de Yare. Es decir,  para uno  Chávez  es un salvador,  para otros es  un vulgar estafador
 La reducción de la pobreza y  la inclusión de las clases menos privilegiadas, se han dado,  pero no en las magnitudes que reflejan las estadísticas internacionales que quiere vender Maduro. Los cacareados programas sociales de los cuales habla Maduro, no nacen de la necesidad real de pueblo por atención médica y  de educación de calidad,  fueron la respuesta electoral estratégica  a la baja popularidad  que tenía  Chávez en el año 2003, digo esto porque luego de ganar el referéndum revocatorio de ese año, gracias al primer impacto de estos programas sociales (llamados Misiones aquí)  hoy  estos muestran un funcionamiento deficiente y solo tienen uso  electoral.  Les presento dos ejemplos:
 La Misión Barrio Adentro: fue creada para subsanar las necesidades  de atención primaria en las poblaciones de escasos recursos, fue plagada de médicos extranjeros bajo la escusa de que los nacionales “no les gustaban los pobres”. Hoy  67% de los módulos de los sectores populares  esta abandonados, bien sea por que los médicos extranjeros huyeron (eran cubanos) por falta de dotación o por que la delincuencia les ataco y los echo de allí. El resultado  es que al estar estos puestos de nuevo  vacios  los hospitales  que fueron a abandonados para inyectarle recursos a la Misión Barrio Adentro, se vieron de nuevo repletos de pacientes y,  sin las condiciones mínimas para atender  efectivamente a la ciudadanía. Cabe destacar que este punto tiene una pequeña excepción,  los llamados Centro de Rehabilitación Integral, que son muy buenos,  con personal venezolano y extranjero muy calificado,  la particularidad,  no están en los sectores populares sino en urbanizaciones y barridas de clases media.
 Las Misiones Educativas: les confieso que este es un punto que me afecta de cerca, por  tanto realizaré un ejercicio de  de objetividad, las crisis educativa venezolana es más que seria, es catastrófica, los datos de escolarización, prosecución, permanencia y calidad desde 1992  lo único que han hecho es bajar. Los programas de alfabetización de Venezuela son famosos y premiados en instancias internacionales, sin embargo,  existía  un remanente  que  la Misión Robinsón, quiso atacar con una formula bastante conocida: “te pago por aprender”, muchos se inscribieron, y sí , muchos aprendieron a leer  pero  ese aprendizaje no se dio  en las condiciones de libertad e  igualdad que  se esperaban; en principio las lecturas asociadas a proceso de aprendizaje estaban cargadas de un profundo mensaje ideológico y en segundo el manejo de las becas para los estudiantes (todos de bajos recursos y muchos de la tercera edad) fueron adjudicados de forma poco trasparente  y utilitaria electoral (si no votas por mi te quito la beca). Por el mismo camino  transitaron, Rivas, Sucre, las misiones que buscaban la prosecución de estudios de secundaria y superior. Ciertamente aquí las universidades y otras instituciones de educación superior cometieron el error de dejar al gobierno solo en esta tarea, el fracaso es evidente, aun cuando hay un gran número de estudiantes,  la calidad (contenidos y desarrollo curricular, profesionales especializados)  y la condiciones (infraestructuras, beneficios estudiantiles entre otros) en las cuales se imparten estas dos misiones no son  ni siquiera parecidas  a las que en las perores condiciones pueden  tener los estudiantes del sistema formal educativo. (y hay que ver cuán mal está el sistema formal)
Podría  seguir enumerando todas las misiones pero creo  que con este abreboca quedo claro eso de: “…hemos creado emblemáticos programas sociales de salud y educación, gratuitos y accesibles a todos los habitantes de nuestro país. Hemos logrado estas extraordinarias hazañas sociales en gran parte a través de la redistribución y el uso de los ingresos procedentes del petróleo venezolano” citando a Maduro en su artículo.
  Continuemos entonces, en cuanto al ataque a instituciones y bienes del estado son ciertas,  lo que  no lo es cierto es que sean los estudiantes quienes lo hacen,  muestra de ello está en redes, solo tienen que revisar videos, fotos y testimonios de personas que han visto a individuos  infiltrados en las manifestaciones y,   hay constancia que en algunos casos  han sido los propios miembros de los organismos de seguridad   quienes provocan y ejecutan las acciones violentas contra el patrimonio de “todos” los venezolanos.
 El objetivo de las manifestaciones ha ido mutando desde que se comenzó hace dos meses en el Táchira, en un primer momento se exigía seguridad personal,  luego mejora en las condiciones socioeconómicas y hoy el movimiento estudiantil y un grupo de opositores políticos exige: Libertad para los presos políticos,  medidas económicas que mejoren la calidad de vida  de la población y el desarme de los grupos paramilitares; me detengo allí  pues quiero abordar este punto con claridad.
 Uno de las características más dramáticas de estas protestas está reflejada en la presencia de grupos de civiles armados, que arremeten contra los manifestantes de forma brutal  e inmisericorde, aquí les llamamos “colectivos”   haciendo alusión a la nomenclatura que el gobierno utiliza para referirse a grupos de personas  cuya misión  es realizar trabajo social, estos “colectivos”  fueron credos por el gobierno y son mantenidos económica e ideológicamente por él. Carapaicas, Alexis Vives, la Piedrita, el Frente Francisco de Miranda  y los más nefastos los Tupamaros, son los grupos armados que han actuado apañados por las fuerzas públicas para cometer la mayoría de los asesinatos, la prueba esta que uno de los dos primeros fallecidos es un connotado dirigente de estos colectivos el cual fue asesinado  “por accidente” por un miembro de la policía política venezolana (también hay pruebas en las redes de  como muchos de los asesinatos  están relacionados con el uso excesivo de la fuerza por parte de los organismos del estado y por acción violenta de estos grupos armados).
Sí, queremos paz, pero la paz que viene acompañada de la justicia y de la posibilidad de debatir con criterio las situaciones con las cuales no nos encontramos de acuerdo.  La mayoría de los venezolanos no apoya ni la “guarima” (termino que ya creo que conocen) ni a los  “colectivos”.
La mayoría de los venezolanos se canso de hacer fila para comprar los productos de  primera necesidad y esta clara que   el desabastecimiento no lo provoca un  “empresario perverso” sino las malas dediciones económicas de socialistas trasnochados y  seniles.  Los Venezolanos  no estamos acuerdo con una tarjeta electrónica que controle nuestra  capacidad de para adquirir lo que queremos  o necesitamos.  La mayoría, la inmensa mayoría de  de los venezolanos sí quiere sanciones emanadas desde el gobierno de los EE.UU.  Pero que esas  sanciones deben afectar  directamente a quienes nos tiene sumidos en esta crisis, queremos que congelen las cuentas de los narcotraficantes que vestidos de generales se han hecho ricos aquí y que  han destruido la vida de miles de jóvenes en su país.  Queremos que le impidan la entrada a los funcionarios como la Ministra de Prisiones que le encanta ir a sus parques temáticos con sus hijos y que tenía como guardaespaldas  a un ex presidario que asesinó a una chica embarazada durante la protestas. Sí,  queremos que ustedes  dejen de financiar  a partidos políticos e instituciones que solo ganan  tiempo para posicionarse  como nuevos ejes de poder. Sí,  queremos que abran expedientes para arrestar a un grupúsculo de empresarios que se han hecho ricos con negocios ilícitos en nuestro país  y legalizan sus capitales  en  EE.UU.  Sí, queremos que ustedes y la comunidad internacional sepa que como política de Estado se  han torturado, asesinado y perseguido a miles de venezolanos.  No es una minoría de agentes es una orden emanada desde la presidencia.  
 En definitiva queremos apoyo para cambiar al gobierno o cambiar de gobierno, ambas situaciones nos sirven,  escojan ustedes en cual pueden colaborar, no queremos que intervengan, sabemos que esto se resuelve entre nosotros pero  como  Maduro, les ha pedido opinión y les ha  dado participación  nos perece justo que ustedes conozcan la nuestra, hay un movimiento legitimo y pacifico de venezolanos que está solicitando cambios, este movimiento es mayoritariamente de la clase media, como ya dije,  pero los sectores populares ya dan rastros de unirse a esto, han comenzado de perder el miedo a los grupos armados,   ya la situación económica y la carencia de   servicios públicos básicos es mucho más  fuerte que las amenazas y persecución de los Tupamaros.
 Sí, queremos paz, progreso y libertad.
         

   Profa Yrabel Estrada de Esparragoza 

1 comentario:

  1. Magnifica su exposición Profesora Yrabel Estrada ,un resumen muy sincero y preciso , realmente la felicito y lo voy a tomar su enlace para enviarlo a personas influyentes en el exterior

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